No les puedo explicar la intriga que me daba conocer el Salar de Uyuni en Bolivia. No podía creer que en mitad de nuestro continente hubiera semejante majestuosidad. Si vas a viajar a este país no te puedes perder este paraíso natural.
Salar de Uyuni, Bolivia
La aventura para conocerlo empezó a las 10pm en La Paz, capital de Bolivia. Nos esperaba un bus nocturno de 8 horas hasta llegar a Uyuni, sitio del cual salen todos los tours directo hacia el salar. Como todo en Bolivia, el bus que nos tocó era bastante rústico. El vidrio delantero estaba quebrado, las sillas reclinaban con fuerza, los olores humanos y de comida se mezclaban y para rematar, a las 5am tuvimos que hacer una parada técnica porque nos quedamos sin combustible en la mitad de la ruta.
Yo siempre he dicho que los sitios más bonitos son a los que más cuesta llegar, entonces me disfruté la cultura rústica y cuando llegué a Uyuni fui directo a varias agencias a averiguar sobre el tour de 3 días por el salar. No soy muy fan de hacer tours, sin embargo, la única forma de conocer el salar, de punta a punta, es en un carro 4×4 con un guía que conozca el camino. Si van con tiempo les recomiendo no reservar el tour desde La Paz, sale mucho más costoso y no tienes posibilidad de regateo. Nosotros fuimos a varias agencias, finalmente nos decidimos por una que, no era la más económica pero tampoco la más costosa, tenía autos de confianza (pedimos verlos antes) y nos dio descuento.
Salar de Uyuni, Bolivia
Nuestra travesía la haríamos con tres peruanos y un alemán, nos iríamos rotando el puesto del copiloto para que todos tuviéramos la oportunidad de tomar fotos en la ruta. La aventura empezó un lunes a las 10am, saldríamos desde la agencia en Uyuni y nos dejarían en San Pedro de Atacama, Chile (pueden dejarte nuevamente en Uyuni por el mismo precio).
La primera parada sería El Cementerio de trenes: un lugar muy fotogénico y a la vez extraño donde podrás ver locomotoras y trenes abandonados. En Bolivia hubo alguna vez una línea ferrocarril que servía para transportar minerales (oro, plata, estaño), sin embargo, con el tiempo, esa línea desapareció, el guía nos dijo que algo tenía que ver con la pérdida de la pequeña porción de mar que para el: “Chile les quitó”.
Cementerio de Trenes, Uyuni
Luego de tomarnos fotos con los trenes abandonados nos dirigimos hacia el salar de Uyuni. Esos instantes previos en donde el guía te dice: “ya casi entramos al salar” son inexplicables. Cuando entramos hubo un silencio en el carro y luego, cada uno fue diciendo: “wow”, “impresionante”, “brutal”, etc. La primera parada es un restaurante de sal donde almorzamos, acá también está el famoso monumento de DAKAR y las banderas de todos los países.
Dakar, Salar de Uyuni, BoliviaZona de banderas, Salar de Uyuni, Bolivia
Una vez almorzamos, con el estómago lleno y el corazón contento, seguimos nuestro camino hacia la parte más fotogénica del salar o por lo menos es el lugar donde todos se toman fotos en perspectiva. Nosotros íbamos preparados con, una pequeña llama de peluche, un cubo Rubik y una lata de cerveza. Estuvimos más de una hora intentando tomar la fotografía perfecta sin embargo el sol radiando contra el blanco del salar nos hacía la tarea un poco difícil. Dato importante: lleven gafas y bloqueador solar.
Salar de Uyuni, Bolivia
Al finalizar la sesión fotográfica, continuamos en la ruta, hasta llegar a la Isla Incahuasi, una Isla en la mitad del salar llena de cactus gigantes (entre 1mt y 10mt de alto). Al caminar sobre ella es inevitable pensar en la grandeza de la naturaleza. Subir hasta la cima de la Isla tarda menos de 1 hora y es un camino con una dificultad muy baja, así que les recomiendo ir hasta arriba para ver un paisaje inolvidable.
Isla Incahuasi, Bolivia
Finalizamos nuestro día viendo el atardecer y tomando vino en un hotel de sal. En este primer hotel teníamos habitación privada, dormimos en una cama de sal, con mesas de noche de sal y paredes de sal, en fin, ¡todo era de sal! Nos dormimos temprano ya que al día siguiente teníamos que madrugar para seguir la travesía.
6am, ya todos habíamos desayunado y estábamos listos para iniciar nuestro segundo día del tour. La primera parada sería el Volcán Licancabur, la mitad del volcán está en Bolivia y la otra mitad en Chile. En este punto ya la vista había cambiado, dejamos atrás el salar y le dimos la bienvenida a un paisaje desértico.
Volcán Licancabur Bolivia, Chile
Más tarde, este paisaje árido se combinaría con varias lagunas que visitamos. Una de las características más increíbles de estas lagunas es la cantidad de flamencos que habitan en ellas. Dato curioso de los flamencos: solo tienen una pareja de por vida.
Laguna Espejo, Bolivia
Luego de almorzar frente a una de las lagunas, nos dirigimos a ver el famoso Árbol de piedra. Una roca que se caracteriza por su particular forma, semejante a un árbol. Si les soy sincera no me pareció gran cosa, es una piedra más en mitad de la nada. Sin embargo, en esta parada fue la primera vez que vi un zorro. Ricky casi lo confunde con un perro, por suerte el guía estaba cerca y nos alcanzó a advertir. Lastimosamente algunos turistas les dan comida, es por esto que se acostumbran a estar allí todo el día.
Árbol de piedra, Bolivia
Este día termina en la Laguna Colorada, una laguna color rojizo con llamas alrededor y flamencos en su interior. Es uno de los paisajes más lindos que he visto. En este punto ya estás a 4.000mts sobre el nivel del mar. Si vienes desde La Paz no vas a sentir tanto mal de altura, pero si vienes desde Chile es probable que sí sientas el cambio de altitud. El mejor consejo: tómatelo con calma, respira profundo y no te agites mucho.
Laguna Colorada, Bolivia
Esta noche dormimos en una habitación compartida con 6 personas. Esta vez el hotel ya no era de sal, pero esto lo compensarían los cientos de estrellas que vimos. Fue una de las noches más mágicas de mi viaje.
Al día siguiente nos levantamos a las 4am, era nuestro tercer y último día del tour. Ese mismo día subiríamos a los 5.000mts sobre el nivel del mar para ver un fenómeno muy particular: los Geisers. Unos agujeros en la tierra que emiten vapor a presión. Yo los describiría como mini volcanes en explosión, pero en realidad son un tipo de fuente termal que emite vapor al aire. Hay que tener mucho cuidado al caminar por ellos, el guía nos contó historias de terror en donde algunos turistas han caído a los hoyos solo por tomarse una foto.
Geisers, Bolivia
Luego de ver este fenómeno, nos montamos en el auto y junto con un amanecer espectacular nos dirigimos hacia nuestra última parada: Termales naturales. A las 7am llegamos a un lugar que inspira paz y tranquilidad, dos pozos de agua termal natural que dan hacia una vista panorámica que te deja sin palabras. Finalmente, el guía nos dejó en la frontera con Chile en donde un transfer nos llevaría hasta San Pedro de Atacama.
Termales naturales, Bolivia
Si están dudando en hacer o no este tour de 3 días por el Salar de Uyuni les puedo decir que mi experiencia fue increíble. En Sudamérica tenemos paraísos naturales que valen la pena conocer y El Salar de Uyuni es uno de esos.
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